domingo, 8 de mayo de 2016

MESES TEMÁTICOS: Literatura Hispanoamericana.

Tras finalizar todas las actividades relacionadas con Shakespeare, Cervantes y el "Día del Libro", retomamos las actividades habituales de nuestra biblioteca.
Para este mes hemos elegido la literatura hispanoamericana, ya que este año también es el aniversario del gran poeta nicaragüense Rubén Darío. En la sección de novedades de nuestra biblioteca colocaremos un amplia muestra de poesía, teatro y narrativa de los grandes autores hispanoamericanos como Córtazar, García Márquez, Rubén Darío, etc. 

miércoles, 6 de abril de 2016

VII Desayuno literario

Ya hemos decidido el título de nuestro último desayuno literario del curso. Se trata de una de las obras más conocidas de Matilde Asensi, Iacobus, ambientada en la Edad Media y donde el protagonista experimenta muchas aventuras con el telón de fondo del Camino de Santiago y los papas de Avignon.
Todos los interesados en participar pueden pasarse por la biblioteca que le facilitaremos el libro.
¡Ánimo, que disponéis de tiempo suficiente para disfrutar de esta lectura y poder participar!

IV CENTENARIO CERVANTES Y SHAKESPEARE

Con motivo del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes y de William Shakespeare, la Biblioteca del IES Ribera del Fardes está preparando, con ayuda de toda la comunidad educativa, un variado elenco de actividades, que se celebrarán en los recreos de la semana del 18 al 22 de Abril.
Os invitamos a que os paséis por la Biblioteca, que participéis en las actividades y que disfrutéis de la decoración alusiva al evento: árbol lector, murales, etc.

sábado, 30 de enero de 2016

La Pesadilla

Por fin el último relato de terror de nuestra compañera Virginia.
El premio o los premios serán entregados en la semana cultural.¡ Disfrutad del relato!

                                                              La pesadilla

Era una noche de otoño en la que hacía bastante frío, chiflaba el viento y las hojas de los árboles caían sin parar, conforme me adentraba sentía los crujidos de las hojas al pisarlas,sentía un alarido de hombre, cada vez más fuerte, llegue a un lugar desconocido,parecía un hospital en ruinas, apenas veía,pues la noche era oscura, pero la luz de la luna luna me ayudaba a ver. Me picaba la curiosidad aunque me sentía inseguro, di unos pasos para entrar al hospital, pero algo empezó a vibrar en el bolsillo del pantalón, metí la mano en él cuidadosamente y saqué el móvil, pensaba que lo había dejado en casa. El móvil seguía vibrando en mi mano con una llamada en la que decía “Mi mujer” lo cogí rápidamente pues me alteré mucho al ver la llamada :
-¿Sí?.
Al otro lado del teléfono no respondía nadie, pero sí sentía una carcajada fuerte; pensé que se habría equivocado y colgué.
Seguí con lo que estaba haciendo, entré en el viejo hospital en ruinas. Había botellas,cigarrillos,nombres escritos en las paredes, seguramente jóvenes habían estado allí de fiesta, eso más me intrigó, salí de allí y me adentré en un largo pasillo, ¡Había un gran charco de sangre!.
Empecé ha escuchar pasos detrás de mí, miré hacía atrás y no había nadie,me alarmé, entré en una de las muchas habitaciones del hospital, en una esquina de la habitación,vi a una persona, probablemente era una mujer porque llevaba un camisón largo, murmuraba muchas palabras, pero no alcanzaba entenderlas, le pregunté qué le sucedía, comenzó a llorar,después de unos minutos a reírse a carcajadas, me asusté y salí de allí corriendo; no entendía qué pasaba en ese lugar. Me adentré en otra habitación y esta vez no había nadie, vi muchas sombras de personas que se echaban sobre mí de repente el sonido de mi alarma sonó y desperté eran las 7:00 de la mañana y caí en la cuenta de que tenía que levantarme para ir al instituto, ¡eso si que era una pesadilla!

FIN



lunes, 11 de enero de 2016

La Visión

Aquí podéis leer una historia, inspirada en la mitología griega, que ha escrito Alejandro Martínez López, alumno de 1º ESO A. La ilustración que la acompaña también la ha realizado Alejandro.

LA VISIÓN 

Érase una vez un bello palacio donde los dioses convocaban a los mortales para vaticinar su futuro. Los dioses que asistían al palacio eran: “Norte”, “Sur”, “Este”, “Oeste” y “Visionita”. Norte era muy elegante y emprendedor. Sur era todo lo contrario (nada emprendedor y maleducado). Este y Oeste se pasaban el día discutiendo tonterías sin importancia, y Visionita sólo tenía el don de profetizar acontecimientos (pero nada más y además los dioses no le daban importancia); y así comienza el caos.

¡Un día crucial en el Universo! Era el día de la gran reunión, denominada “la visión”. Los mortales ocuparon su sitio y Norte, Sur, Este y Oeste también. Pero Visionita faltó. Estaba tramando un plan con la diosa Ractus, la diosa de la Naturaleza, para que la tomaran más en serio. El plan consistía en mover cada año el continente Pangea y dividirlo en varias partes que luego chocarían entre sí provocando el fin del mundo.

Los dioses, mientras tanto, esperaban impacientes en la reunión la llegada de Visionita. Oeste y Sur fueron en su busca ayudados de una bola de cristal que encontraron en el palacio. Al mismo tiempo, un joven héroe que se llamaba Cambos vio a Ractus paseando por el “Camino de la luz”, un camino muy largo hacia una falla infinita donde se hallaban las tumbas de los dioses muertos. Cambos, que era hijo de Taquimos, dios de la Tierra, se dirigió hacia Ractus, pero ella estaba muy lejos y no tuvo tiempo de alcanzarla. Sin embargo, Oeste la vio y como su poder era muy fuerte, su ser subió al cielo y se sacrificó por Visionita. Así, se formaron los continentes y desde entonces la naturaleza se va apagando poco a poco y, a día de hoy, los recursos naturales se van agotando.

domingo, 20 de diciembre de 2015

La Santa Compaña

Publicamos el trabajo de la tercera finalista de nuestro concurso de relatos. Disfrutad de la lectura y enhorabuena por tu participación, Arancha.

Cuenta la leyenda que este hecho sólo ocurría una vez al año, en un pueblo alejado de la vida social. Corría el año 1503. Era un día frío de finales de octubre, las gentes paseaban el ganado, corrían por las calles sin saber lo que les acontecía.
Como cada año, la llegada de la noche de los santos difuntos ponía un tanto inquieto a la gente de esta pequeña población y más aún si se veía deambular a gente extraña con aspecto pálido por las calles.
Ese día John jugaba tranquilamente con una bola de pan junto a su hermano. Eran tiempos muy difíciles donde la comida escaseaba y las enfermedades mataban a la gente. John, a sus doce años, no entendía muy bien por qué una noche al año, su madre y su padre, aterrados cerraban puertas y escotillas a cal y canto, tampoco entendía por qué la gente le decía que esa noche no saliera de su casa, ni por qué todos parecían asustados con la llegada del día uno de noviembre.
Ese día todo pasó muy rápido. Era un día extraño. Su madre merodeaba por la casa nerviosa con un aspecto escalofriante.
Como era de esperar ese día el padre de John llegó de trabajar a las seis de la tarde y empezó a entablillar puertas y ventanas.
La tarde comenzó a ponerse terrorífica. Caía una leve tormenta y las calles estaban desiertas, quitando a algún borracho sin casa.
La familia de John se sentó a cenar con una luz tenue. El nerviosismo y la angustia se palpaba en el ambiente. John se hacía muchas preguntas pero nadie quería hablar del tema ni siquiera mencionarlo.
Al llegar la temible madrugada, John escuchó pasos y unas suaves luces en la calle. Sin hacer ruido se levantó y fue a descubrir qué demonios pasaba. Se subió a lo alto del gallinero, desde donde se divisiva medio pueblo y lo que vio fue escalofriante.
Era una procesión maquiavélica, de muy mal gusto para quien estuviera haciendo eso. Desde allí lo que veía era un densa niebla y unos hombres con unas túnicas negras hasta los pies, sujetando un atáud.
A esos supuestos hombres no se les veía el rostro y parecían que iban flotando sobre sí mismos. Todos llevaban un pequeño candelabro con una pequeña vela en su interior. Parecían que vagaban en busca de algo o alguien. Al principio de la procesión iba un hombre humano de aspecto pálido, con ojeras y sin rumbo.
Llevaba un estardante. John estaba aterrado pero se quedó hasta que la procesión se perdió adentrándose  en el bosque.
Al día siguiente relató todo lo que había visto a sus padres, que asustados le contaron la verdad y al grave peligro que se había expuesto.
Según contaba la leyenda, la noche de los difuntos “la santa compaña”, así  llamada esa procesión terrorífica, bajaba al pueblo para vagar en busca de alguna alma de entre los vivos.
Los hombres que la componían eran almas en pena mandados por la muerte. La persona que iba al principio de la comitiva, que era de carne y hueso, tenía esa noche que encontrar a otra persona y pasarle el estardante para que su maldición acabara si no estaría condenado a seguir vagando durante otro año más.
Al día siguiente corrió como la pólvora la triste noticia. Un vecino del pueblo había desaparecido misteriosamente. El pobre Billy era un hombre de mediana edad aficionado a la bebida, que esa misma noche deambulaba por las calles. Todos sabíamos que se lo había llevado la “santa compaña”.


Arancha Madrid Cruz  2º ESO A


domingo, 13 de diciembre de 2015

Relato de terror

A continuación publicamos otro relato de los seleccionados para la final. Lo ha escrito un alumno de 1º de ESO A llamado Ángel Ruiz García. ¡Enhorabuena Ángel!

Relato de terror

Érase una vez, en un pueblecito, vivía un niño llamado Pedro.
Pedro vivía con sus padres y su hermano Juan en una casita pequeña. Un día, fue a dormir a la casa de un amigo. Allí estuvieron despiertos hasta las tantas viendo películas de terror. Vieron una que trataba de que una enfermedad hacía que la gente se comportase como locos, y mordían a la gente para transmitirles el virus.
Se fueron a la cama a dormir a las tres de la mañana. Cuando se despertó, no vio a nadie en la casa. Llegó al salón y el televisor estaba encendido. Estaban las noticias y en ellas contaban que ¡una nueva enfermedad se había apoderado de la Tierra en una sola noche! ¡Y esa enfermedad era la misma que la de la película de anoche! Pedro estaba muy confundido.
Salió a la calle y no había nadie. El pueblo estaba desértico. De pronto, una persona se abalanzó y le intentó morder. El chico cogió una pistola que había en el suelo y le disparó. ¡Toda la gente estaba enferma! Pedro estaba asustado. Entró en su casa y no vio a nadie. Al cabo de un rato inspeccionando la casa, Pedro encontró a sus padres y a su hermano locos y echando espuma por la boca. Pedro disparó a sus padres y los mató, pero no se atrevía a hacerlo contra su hermano. Su hermano no tuvo tanta piedad y lo mordió. La única esperanza de salvar el mundo había desaparecido.
Después de unos años, la enfermedad acabó con todos y ese fue el final de la raza humana.