¡Buenos días! Hoy os traemos un cuento popular de la zona de Purullena recopilado por Alejandro Guirado García, de 1º C. ¡Gracias por tu aportación, Alejandro!
LA
CABRA MONTESINA
Había
una vez tres niñas con su madre.
La
madre estaba cosiendo y se quedó sin hilo y mandó a su hija mayor al
desván a por más hilo.
La
niña mayor subió las escaleras del desván, abrió la puerta y allí
estaba la cabra Montesina y le dijo:
“Soy
la cabra Montesina
que
vive en Montepelado
y
al que pase de esta raya
me
lo como de un bocado.”
La
niña pasó y la cabra se la comió.
La
madre al ver que su hija mayor no bajaba mandó a la hija mediana a
por el hilo y a por la hija mayor que seguramente se habría
entretenido con algún juguete en el desván.
La
hija mediana subió las escaleras del desván abrió la puerta y allí
estaba la cabra Montesina que le dijo:
“Soy
la cabra Montesina
que
vive en Montepelado
y
al que pase de esta raya
me
lo como de un bocado.”
La
madre, al ver que sus dos hijas no bajaban, mandó a su hija pequeña
porque seguro que sus dos niñas se habrían entretenido con los
juguetes del desván.
Pero
la hija pequeña le dijo que le daba mucho miedo subir al desván. La
madre le dijo que no tenía que tener miedo porque en el desván no
había nada, pero la niña insistió diciendo que le daba mucho miedo
subir.
La
madre pensó que debería subir ella pero, casualmente pasó por allí
una hormiga muy valiente y le dijo:
-
Ya subo yo, señora.
La
hormiga subió las escaleras del desván abrió la puerta y allí
estaba la cabra Montesina que le dijo:
“Soy
la cabra Montesina
que
vive en Montepelado
al
que pase de esta raya
me
lo como de un bocado.”
La
hormiga dijo: ¿tú
me vas a comer a mí?
Y
empezó a darle picotazos hasta que la cabra Montesina cayó por las
escaleras y explotó dejando libres a las dos niñas.
La
madre como muestra de agradecimiento le dio a la hormiga un granito
de trigo.
Y...
¡COLORÍN
COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO !
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